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De Monstruos, Dioses y Prodigios: La historia del Necronomicón.

Sin duda alguna, Howard Phillips Lovecraft es una piedra angular en cuanto a la literatura fantástica y de horror se refiere, podemos asegurar que hay un antes y un después de Poe y Lovecraft en la literatura de horror, son los Grandes Maestros del género, marcaron una escuela o corriente literaria tan poderosa que sus efectos, ecos, referencias, influencias aún siguen cimbrando en las profundidades abismales del presente.


El misántropo de Providence, fue un personaje de quiebre, de ruptura, fue un inusitado parteaguas literario en cuanto a la concepción que se tenía entonces de horror, que básicamente consistía en historias de espantos, de demonios, pero se trataba de un horror hasta cierto punto socialmente convenido como posible, algo que por cotidiano no escapaba de nuestra imaginación más allá de lo que nosotros mismos permitiésemos. Convenimos en que existen los fantasmas (el "fantasma" bien pudiera ser algún familiar cercano recién fallecido, o algún conocido) hay gente que asegura que los ha visto, igual que a los demonios (entendemos que si consideramos la existencia posible de Dios por tanto también aceptamos la existencia de su contra parte, la obscuridad, el mal, el Diablo, y su séquito de demonios que atormentan a la humanidad), o que existen las posesiones diabólicas, las apariciones de ángeles y Vírgenes, entre otras cosas.


La particularidad de Lovecraft fue que traslado el horror a otro nivel totalmente diferente, ¿Y qué sucedería si hubiera otras criaturas más allá de este mundo que conocemos? ¿Criaturas malignas y vengativas de los confines del Universo que nos vigilan celosamente con odio? ¿Criaturas tan espantosas que nuestra mente no es capaz de asimilarlo, nisiquiera de describirlo? ESE es el horror cósmico de Lovecraft. Este extremo de la irracionalidad de no ser capaz siquiera de describir la monstruosidad o la locura que estas viendo, algo que desborda la imaginación, algo imposible en este u otros mundos. Y Lovecraft no solo se limita a describirlos, si no que construye toda una mitología, toda una cosmología sobre el surgimiento de los Dioses Primigenios, la creación del Universo, un panteón inmenso de Dioses, criaturas, construcciones de espacios imaginados muy específicos (como por ejemplo Kadath o Ulthar) se podría trazar un mapa con toda la bibliografía de Lovecraft, así como Tolkien creo un mapa exhaustivo de la Tierra Media, de igual forma podríamos trazar uno (o por lo menos intentarlo) con los multiversos lovecraftianos, toda esta genialidad, aparentemente "de la nada" (a menos que consideremos posibles los viajes astrales y estas cuestiones de multiversos, y que Lovecraft haya visto "en sueños" todas esas visiones horrendas que plasma en su obra), hacen de Lovecraft un GRAN autor, digno de ser leído por lo menos una vez en la vida.


La médula espinal de toda la cosmología lovecraftiana se encuentra depositada en un libro "ficticio" atribuido al mismo autor. El Necronomicón, "El Libro de los Nombres Muertos". La existencia de este libro surgió a raiz de un cuento de Lovecraft Historia del Necronomicón y éste se hizo extenso al conocido ciclo de cuentos "Ciclos de Cthulhu" donde desarrolló a una de sus criaturas más conocidas por todos, Cthulhu, un ser inmenso, monstruoso, con forma algo así como de pulpo o calamar que habita los sombríos espacios de su reino submarino, R´lyeh.


Alguna vez, hace Eones, la Tierra estuvo habitada por abominables y poderosas criaturas, Dioses, los cuales fueron desplazados a las tinieblas de los espacios más distantes del cosmos, a planetas lejanos, a tierras olvidadas, a las profundidades del océano, para que pudiera florecer la raza humana, desde entonces y hasta ahora nos observan con odio, con un hambre inmensa de destruir a la raza humana y volver a tomar su reino que por legitimidad les pertenece. Tenemos al que habita durmiente en las profundidades del océano, Cthulhu; al caos reptante, Nyarlathothep; al caos idiota que yace en las profundidades del cosmos, bailando y babeando en medio de un caos horrendo de flautines y tammbores, Azathoth; al "Todo en Uno" portero infernal que conecta este universo con todos los demás donde habitan los Dioses Primigenios, Los Dioses Otros, Yog-sothoth; a la cabra de los mil vástagos bastardos, Shub-Niggurath, en fin toda una jerarquía de deidades y desfile de criaturas espeluznantes


El siguiente extracto es el cuento Historia del Necronomicon, tomado de Ciudad Seva (por si quieren encontrar más cuentos de él o de algún otro autor, es una página bastante buena) y explica sucintamente como fue que surgió este libro maldito. Disfrútenlo.


"Breve, pero completo, resumen de la historia de este libro, de su autor, de diversas traducciones y ediciones desde su redacción (en el 730) hasta nuestros días.

Edición conmemorativa y limitada a cargo de Wilson H. Shepherd, The Rebel Press, Oakman, Alabama.

El título original era Al-Azif, Azif era el término utilizado por los árabes para designar el ruido nocturno (producido por los insectos) que, se suponía, era el murmullo de los demonios. Escrito por Abdul Al Hazred, un poeta loco huido de Sanaa al Yemen, en la época de los califas Omeyas hacia el año 700. Visita las ruinas de Babilonia y los subterráneos secretos de Menfis, y pasa diez años en la soledad del gran desierto que se extiende al sur de Arabia, el Roba el-Khaliyeh, o “Espacio vital” de los antiguos, y el Dahna, o “Desierto Escarlata” de los árabes modernos. Se dice que este desierto está habitado por espíritus malignos y monstruos tenebrosos. Todos aquellos que aseguran haber penetrado en sus regiones cuentan cosas extrañas y sobrenaturales. Durante los últimos años de su vida, Al Hazred vivió en Damasco, donde escribió el Necronomicón (Al-Azif) y por donde circulan terribles y contradictorios rumores sobre su muerte o desaparición en el 738. Su biógrafo del siglo XII, Ibn-Khallikan, cuenta que fue asesinado por un monstruo invisible en pleno día y devorado horriblemente en presencia de un gran número de aterrorizados testigos. Se cuentan, además, muchas cosas sobre su locura. Pretendía haber visto la famosa Ilrem, la Ciudad de los Pilares, y haber encontrado bajo las ruinas de una inencontrable ciudad del desierto los anales secretos de una raza más antigua que la humanidad. No participaba de la fe musulmana, adoraba a unas desconocidas entidades a las que llamaba Yog-Sothoth y Cthulhu.

En el año 950, el Azif, que había circulado en secreto entre los filósofos de la época, fue traducido ocultamente al griego por Theodorus Philetas de Constantinopla, bajo el título de Necronomicón. Durante un sigo, y debido a su influencia, tuvieron lugar ciertos hechos horribles, por lo que el libro fue prohibido y quemado por el patriarca Michael. Desde entonces no tenemos más que vagas referencias del libro, pero en el 1228, Olaus Wormius encuentra una traducción al latín que fue impresa dos veces, una en el siglo XV, en letras negras (con toda seguridad en Alemania), y otra en el siglo XVII (probablemente en España). Ninguna de las dos ediciones lleva ningún tipo de aclaración, de tal forma que es sólo por su tipografía que se supone la fecha y el lugar de impresión. La obra, tanto en su versión griega como en la latina, fue prohibida por el Papa Gregorio IX, en el 1232, poco después de que su traducción al latín fuese un poderoso foco de atención. La edición árabe original se perdió en los tiempos de Wormius, tal y como se dijo en el prefacio (hay vagas alusiones sobre la existencia de una copia secreta encontrada en San Francisco a principios de siglo, pero que desapareció en el gran incendio). No hay ningún rastro de la versión griega, impresa en Italia, entre el 1500 y el 1550, después del incendio que tuvo lugar en la biblioteca de cierto personaje de Salem, en 1692. Igualmente, existía una traducción del doctor Dee, jamás impresa, basada en el manuscrito original. Los textos latinos que aún subsisten, uno (del siglo XV) está guardado en el Museo Británico y el otro (del sigo XV) se halla en la Biblioteca Nacional de París. Una edición del siglo XVII se encuentra en la Biblioteca de Wiedener de Harvard y otra en la biblioteca de la Universidad de Miskatonic, en Arkham; mientras que hay una más en la biblioteca de la Universidad de Buenos Aires. Probablemente existían más copias secretas, y se rumoreaba persistentemente que una copia del siglo XV fue a parar a la colección de un célebre millonario norteamericano. Existe otro rumor que asegura que una copia del texto griego del siglo XVI es propiedad de la familia Pickman de Salem; pero es casi seguro que esta copia desapareció, al mismo tiempo que el artista R.U. Pickman, en 1926. La obra está severamente prohibida por las autoridades y por todas las organizaciones legales inglesas. Su lectura puede traer consecuencias nefastas. Se cree que R.W. Chambers se basó en este libro para su obra El rey en amarillo.

CRONOLOGÍA

  • Al-Azif se escribe en Damasco en el 730, por Abdul Al-Hazred.

  • Traducción al griego con el título de Necronomicón, a cargo de Theodorus Philetas, en el 950.

  • El patriarca Michael lo prohíbe en el 1050 (el texto griego). El árabe se ha perdido.

  • En 1228, Olaus traduce el texto griego al latín.

  • Las ediciones latina y griega son destruidas por Gregorio IX en 1232.

  • En 14… (?) aparece una edición en letras góticas en Alemania.

  • En 15… (?) el texto griego es impreso en Italia.

  • En 16… (?) aparece la traducción al castellano del texto latino.

FIN"




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